En 1941 Slavomir Rawicz (¿O fué Witold Winski?) escapó de un Gulag, un campo de prisioneros en soviético en Siberia acompañado de 5 –o quizás 6, aquí la historia diverge nuevamente– prisioneros mas en medio de una violenta ventisca de nieve.
Eso solo ya debería bastar para que mueras congelado. En Siberia la temperatura puede alcanzar muy facilmente los 50 grados bajo cero, pero no, estas 6 o 7 personas, pertrechadas únicamente con un cuchillo y un hacha, sin provisiones mas que como para sobrevivir una semana y muy mal vestidas y calzadas para la ocasión, no solo que consiguieron sobrevivir a la ventisca si no que además atravezaron caminando toda la congelada tundra siberiana, el desierto de Gobi (Que cubre la nada despreciable cantidad de 1.200.000 Km2, si, un millón doscientos mil kilómetros cuadrados y en donde las temperaturas que pueden llegar a los 39 ºC), El Tibet completito y los montes del Himalaya –¿Everest, les suena?… Esos montes, si– para llegar a la India, después de haber caminado durante 11 meses un total de 6500 Km, en donde por fin encontraron la libertad. Sigue leyendo