Me fascina el Blues, sobre todo el Chicago Blues. Puedo pasar horas enteras escuchando este género musical sin cansarme.
Sabía de la existencia de la leyenda urbana desde siempre: Supuestamente, uno puede hacer un pacto con el diablo, el alma a cambio de habilidad musical, éxito y fortuna.
Nunca me había enterado del por qué de la leyenda hasta que buscando información sobre un guitarrista en particular, Robert Johnson (1911-1938) me topé con esta historia:
La leyenda de Robert Johnson. «encrucijada»
Cuenta la leyenda que Robert Johnson, nacido en 1911 en Hazlehurst, zona sur del estado de Mississippi, era un músico mediocre y que misteriosamente, de la noche a la mañana, logró convertirse en el mejor guitarrista del Delta, cuyos largos dedos demostraron un conocimiento musical que iba más allá de la edad y la época del artista. Se sabe que Johnson, casado en 1930, enviudó al poco tiempo. A partir de ese momento comenzó un largo peregrinaje por el Mississippi. Durante todo ese periplo nada se supo de él. La leyenda dice que en la encrucijada de dos caminos, al sonar las campanadas de medianoche Robert Johnson le vendió su alma al diablo a cambio de su incomparable talento musical.
No existen pruebas de los vínculos de Robert Johnson con las artes ocultas de la magia negra, sin embargo, la mayor parte de los testigos coinciden en afirmar que sobre el escenario irradiaba un halo mágico que cautivaba al público. Cantaba con una dicción levemente apagada, con una voz apasionada, agonizante y muchas veces afectada, su guitarra era brillante. Los temas persistentes en sus blues eran la desesperación religiosa y los demonios interiores, también describían imágenes de degradación y de desinhibida sexualidad. Un músico creativo y genial.
El mejor bluesmen del Mississippi.
La gente que viajó y tocó con Robert Johnson dice que podía mantener una conversación en una habitación llena de gente mientras sonaba la radio como fondo, sin prestarle aparentemente ninguna atención, y al otro día tocar, nota por nota, cada una de las canciones que se habían emitido. Posiblemente, se trata del artista de blues más influyente de todos los tiempos.
En Texas grabó sus primeros discos, entre 1936 y 1937, en la cual se pueden percibir la influencia de Son House, Willie Brown, Skip James, Johnny Temple y Hambone Willie Newbern. Entre sus primeros títulos, la canción «Terraplene Blues» fue la que tuvo mayor difusión. Johnson sólo grabó veintinueve canciones en su breve carrera. Compuso algunas de las canciones más importantes de la historia del blues, como Crossroad Blues, Come on in my kitchen y Sweet Home Chicago. Dos años más tarde, cuando su virtuosismo y magnetismo lo habían convertido en el mejor músico de la región, murió envenenado por un hombre que creía que le estaba haciendo la corte a su mujer, mientras tocaba en un bar de Greenwood, en el mes de agosto de 1938. Tenía apenas 27 años. Cincuenta años después de su muerte, una reedición de todas sus grabaciones fue disco de oro y consiguió un premio Grammy.
Ahora entiendo de dónde viene la famosa película «Crossroads – La encrucijada«, que por cierto, tiene un banda sonora espectacular si les gusta el Blues.
Con este artículo creo una nueva categoria: Pactos con el diablo, agrupaciones musicales que salen de la nada, con una sola canción llegan a la fama mundial y viven para siempre de la regalías.
Me gusta el blues (& el jazz) como armas principales de ataque humanístico.
Siempre me gustaron y me van a seguir hacindo el mismo efecto emotivo.
R. Johnson era un grande, o lo fue luego creo yo.
OT: Escuchate algo de Jimmie Vaughan «el hermano de» … (es una maza)
Saludos. buen blog, no es paparruchada como la mayoría.
Muchas gracias. No conocía a Jimmie Vaughan pero estuve escuchando un poco de lo que hay en Youtube y me ha gustado mucho… Se aceptan mas sugerencias. 😀
Saludos!
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Johnson no le vendio el alma al diablo, esa falsa leyenda solo fue el producto de la envidia de Son House quien la difundio en los sesentas.