Cuando a Microsoft le importa tres carajos.

 

La que sigue es un clásico: A Microsoft le importa tres carajos si lees o no el acuerdo de licencia del instalador. De hecho pareciera que por el contrario, lo que quieren es que no leas nunca el acuerdo de licencia si no que solamente lo aceptes.

 

400 líneas de acuerdo de licencia para leer en un cuadradito donde solamente entran tres renglones. Buena suerte con eso.

Te meten trescientas líneas de licencia donde te avisan que si aceptas tenes que entregar todo lo que más te importa en el mundo, en un cuadradito en el que solamente caben tres renglones de mierda, cosa de imposibilitarte todo lo más posible que puedas leer el acuerdo para decidir si lo vas a aceptar o no.

No es que me importe, claro. De hecho a nadie en el mundo le importa. El que haya leído un acuerdo de licencia antes de instalar un programa, que tire la primera piedra, pero:

 

Que hijos de puta.

 

El huevo o la gallina? Que fue primero? Los acuerdos de licencia de microsoft vienen en scroll boxes bien chiquitas por qué nadie nunca en su puta vida los lee o como nadie los lee ya ni te los hacen leer?

Me imagino más probable esto último y en tal caso, para que recontra remil mierdas hay que hacer dos clicks antes de instalar cada cosa a razón de uno para tildar «acepto» y otro para presionar el botón de siguiente?

Acá el que seguramente tenga la posta sea un abogado, un especialista en derecho de software. A mí, mientras tanto, me tienen las bolas llenas.

Octafonic – Mini Buda

Creo que es la primera vez en la historia del hilachento que vengo a tirarles por la cabeza con una banda Argentina, pero acá va: recientemente descubierta por quien suscribe, otra que me voló la peluca, con un sonido cuanto menos novedoso. La banda se llama Octafonic, la canción que mas me llamó la atención: Mini Buda.

[youtube width=»640″ height=»480″]https://www.youtube.com/watch?v=G0TTItjH-IA[/youtube]

Octafonic – Mini Buda – cuatro minutos de esta cosa rara y refrescante en Youtube.

Guía del sysadmin vago: como listar el contenido de un .TAR o .TAR.GZ sin descomprimir el archivo.

Otro título sugerido: estamos todos de acuerdo, el que programó GNU/tar es un hijo de puta.

 

Acá va una que me he dado cuenta que mucha gente no conoce:

Cuando necesitas listar el contenido de un archivo .tar o necesitas editar un archivo contenido dentro de un archivo .tar/.tar.gz utilizando como único recurso la consola de comandos (comúnmente vía SSH) lo lógico sería primero descomprimir el .tar utilizando la línea de comandos, hacer las ediciones que considere necesarias, y luego volver a generar un archivo comprimido o exactamente lo mismo, pero extrayendo solamente el archivo a editar y luego volviendolo a poner en su lugar y buena suerte haciendo que te respete el path original dentro del TAR.

 

No se ustedes pero yo en particular, opino que a tar lo programaron con el culo en lugar de con la cabeza. Sin miedo a equivocarme me atrevería a decir que me tomó meses aprender los switches (parámetros/opciones) más utilizados, que son un puto dolor de huevos.

 

Hoy les vengo a traer la versión mejorada de todo el procedimiento, para que si alguna vez vuelven a tener que listar el contenido de un archivo comprimido o llegasen a tener que editar uno o más archivos en el interior de un archivo comprimido, no les vaya a pasar que:

  • Se quedan sin espacio en disco.
  • Se quedan sin inodos en disco.
  • Se quedan sin tiempo esperando a que se descomprima un billón de archivos.
  • Se quedan sin paciencia pasando el tar tvf con un pipe a grep.
  • Se quedan sin sistema operativo por descomprimir sobre el path equivocado.
  • La carguen de alguna otra manera todavía por determinar.

 

Accediendo al contenido de un .tar.gz como un campeón.

 

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Futuro: como me cagaste.

Otro título sugerido: suerte que soy pobre y me traslado usando el transporte público de pasajeros.

 

Prefacio: Desde hace aproximadamente cinco años viajo en trenes subterráneos prácticamente todos los días.

Con estos trenes me está pasando una cosa curiosa: Ese espacio de sumisión del pensamiento, ese momento de introspección que siempre supe tener mientras me duchaba y del cual provienen una buena parte de los posts que alguna vez escribí en este blog y otra buena parte de las «Buenas» ideas que alguna vez tuve –si es que existió tal cosa alguna vez, lo cual está siendo puesto en duda con cada vez mas frecuencia-, ha sido reemplazado por esa media hora durante la cual voy medio colgado/medio parado, sumido en una especie de sopor durante el cual es imposible definir si estoy cien por ciento despierto o dormido, sino más bien un punto medio del cual es muy fácil que me despierte y es aún más fácil que me quedé dormido por completo. Sobre todo si justo tuve la buena fortuna de viajar sentado.

Hoy, sumido en este sopor de mierda que describía más arriba mientras volvía casa sentado en el tren, divagando las cosas más inverosímiles (como siempre), me di cuenta o más bien debería decir me sacudió como un patadón en el medio del pecho:

 

Estamos en el año 2016 y todavía las computadoras no se entienden ni nos entienden.

 

Estamos en el año 2016 Y todavía es imposible darle órdenes utilizando un lenguaje natural para los humanos a una computadora. Estamos en el año 2016 y si bien Siri se asemeja bastante hasta cierto punto a una película de ciencia-ficción, no deja de ser una mierda, que sospecho además, me odia.

 

SI no sabés que es esto, me veré en la obligación de cagarte a piñas.

 

Estamos en el año 2016 y todavía es necesario aprenderse comandos trípticos de la muerte, imposibles de memorizar a la primera porque no le podemos hablar de manera natural a las computadoras.

Desde que tengo memoria hasta esta parte, en todo el libro o película calificada como «futurista» siempre hay una computadora a la cual los humanos comandan utilizando simplemente órdenes de voz que la computadora interpreta a la perfección..
Y eso donde mierda está? Cuando carajo? Porque vamos! Voy a pecar de insistente pero estamos en el 2016!.

 

Futuro: me re cagaste. Maldito mentiroso. 

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